Rincón de las maravillas
Un capitán ruso encuentra a Jesús
viernes, marzo 30, 2018

Richard Wurmbrand, líder de la iglesia clandestina en la Rumanía comunista en 1940, conoció a un capitán ruso mientras vivía en Rusia.

Capitán ruso: Me gustaría conocer mejor a Dios. ¡Le amo pero no sé nada de Él!

Richard Wurmbrand: Como usted nunca antes ha visto una Biblia, deje que le lea algunas de las palabras y parábolas de Jesús, el Hijo de Dios, que vino al mundo para brindar salvación a todos lo que crean en Él.

«Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a Él Sus discípulos. Y abriendo Su boca les enseñaba, diciendo: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.»1

«Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar…»2

Después, Richard le leyó más parábolas de Jesús al capitán…

Capitán ruso: No puedo quedarme quieto. ¡Quiero saltar de alegría! ¡Qué maravilla! ¿Cómo pude vivir sin conocer a Cristo? Las personas serían tan felices escuchando las palabras de Jesús directamente de Sus labios.

Richard Wurmbrand: Pues sí, Él tuvo muchos discípulos, pero no toda la gente estaba contenta. Sólo tres años después de comenzar Su ministerio… Mire, deje que se lo lea.

«Así que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó. Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre Su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura, y le decían: ¡Salve, Rey de los judíos! Y le daban de bofetadas. Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito hallo en Él. Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el hombre! Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo delito en Él. Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y le llevaron. Y Él, cargando Su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; y allí le crucificaron, y con Él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.»3

Capitán ruso: He creído en un salvador, […] ¡y ahora mi salvador está muerto!

Richard Wurmbrand: ¡No le preparé para darle esta noticia!

Richard Wurmbrand: Amigo mío, lamento haberle causado tanto pesar. ¡Pero aún no he terminado! ¡Escuche! ¡Le leeré más!

«Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a Sus discípulos que ha resucitado de los muertos. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a Sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron Sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a Mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.»4

Capitán ruso: ¡Está vivo! ¡Está vivo! ¡Jesús, mi salvador, mi Señor, está vivo!

El oficial se arrodilló y rezó por primera vez en su vida.

Richard Wurmbrand: Oremos.

Capitán ruso: ¡Dios mío, eres un tipo estupendo! Si yo fuera Tú, y Tú fueras yo, jamás te habría perdonado Tus pecados. Pero Tú perdonaste mis pecados, y por eso, soy salvo y me embarga un gozo infinito por haberte conocido.

Equipo de Rincón de las maravillas

La Pascua nos relata la vida de Jesús y cómo brindó la salvación a toda la humanidad. ¡Su propósito para nosotros comenzó ciertamente cuando resucitó de los muertos! Al morir en la cruz y resucitar, Él creó un vínculo para que logremos una relación íntima con Dios. Nos entristece recordar Su crucifixión, pero siempre podemos utilizar la Pascua para alegrarnos de que Jesús volvió a la vida, perdonó nuestros pecados, venció a la muerte y nos abrió las puertas del cielo.

Oración: Jesús, gracias por venir a vivir entre nosotros, y enseñarnos cómo vivir y ser cómo Tú. Gracias por llevar la cruz y superar la muerte y el pecado, para que podamos ser perdonados y tener la seguridad que de nosotros también viviremos y estaremos cerca de Ti. ¡De verdad que eres maravilloso!

1 Mateo 5:1-6 (RVR1960)

2 Mateo 13:3 (RVR1960)

3 Juan 19:1-6, 16-18 (RVR1960)

4 Extractos de Mateo 28:1-3, 5-10 (RVR1960)

Cortesía de Voice of the Martyrs. Ilustración y diseño: Jeremy.
Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2018.
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Etiquetas: salvación, jesús, pascua de resurrección/semana santa