Estos últimos accidentes me han enseñado algunas cosas sobre la oración.
Calculaste mal el salto con la patineta y te rompiste la pierna.
Después, Melisa probó una acrobacia con su bicicleta, para la que no se había preparado bien, y se hizo daño.
Felipe molestó neciamente a un perro hostil, y se llevó un mordisco.
Y yo me tropecé con una roca y me torcí el tobillo por no prestar atención mientras corría por la playa.
Después de perderme todas las actividades divertidas en la playa, le pregunté a Jesús si tenía algo que decirme sobre los diversos accidentes que últimamente hemos sufrido. Me recordó el versículo de la Biblia: «Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.»1
Jesús me recordó la importancia de orar. No solo orar por protección, sino también hacer una pausa para escuchar cualquier instrucción que pueda darme para protegerme.
¡Dedica tiempo a orar antes de tus actividades y escucha el asesoramiento de Dios!
«Entrega al Señor todo lo que haces; confía en Él, y Él te ayudará» (Salmo 37:5; NTV).
1 Proverbios 3:5-6 (RV)
Texto: Evan Kallen. Ilustración: Jeremy. Color y diseño: Roy Evans.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2022.