Nota para el padre o profesor: El siguiente es un plan de clase de 20 minutos de duración que enseña el tema de la moderación. Se destaca el siguiente objetivo: «Comparar y hacer un contraste entre: la moderación, que nos permite aprovechar el tiempo para adquirir habilidades, desarrollar relaciones positivas y llevar una vida equilibrada; y el excesivo interés en el entretenimiento y otros pasatiempos que nos distraen por completo.» (Desarrollo personal: Virtudes: Moderación-2b)

Aunque la clase en general es para niños de 8 a 12 años, pueden simplificarla, explicarla o adaptarla para el nivel de comprensión de cada niño.

Leer «¿Evaristo Extremista o Marcelo Moderado?».

Actividad: Llenar una caja con juguetes, ropa o lo que se les ocurra. Ver cuánto pueden hacer entrar en la caja. Comentar que en la vida de uno sólo cabe cierta cantidad de cosas, y por eso es importante ser juicioso a la hora de escoger con qué llenamos nuestras vidas.

Tener una lluvia de ideas sobre los beneficios de llevar una vida equilibrada. Hacer una lista de los puntos que se les ocurran.

Buscar la definición de la palabra «moderación» en el diccionario, y buscar sinónimos en el tesauro.

Leer Eclesiastés 3:1-8.

Debatir con el niño sobre si hay aspectos de su vida familiar en los que vendría bien la moderación, a fin de liberar tiempo para cosas que quieren hacer juntos como familia. (Enfatizar que la moderación no supone que no podamos hacer cosas que nos gusten, simplemente nos posibilita tener una gama más amplia de experiencias sanas, edificantes y beneficiosas.)

Debatir cómo es el autocontrol lo que nos facilita tener moderación en la vida. Charlar sobre lo difícil que es dejar de hacer cosas que disfrutamos; tener una lluvia de ideas de cosas que ayuden al niño a saber cuándo debe parar. Pueden ser directrices acordadas antes del comienzo de la actividad, como un tiempo designado para juegos en la computadora, etc.

Buscar 1 Corintios 10:13 y 1 Corintios 2:9. Hablar de que Dios es quien puede darnos la fortaleza y sabiduría para tener una vida equilibrada.

Memorizar: «No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.» (1 Corintios 10:13 RVR1960)