Si te sientes abandonado, sea por otros o por Dios, haz que tu esperanza cobre fuerza y tu gozo retorne creyendo con intencionalidad que Dios nunca te desamparará y que permanece siempre a tu lado. Hazte el compromiso de enfocarte en la presencia de Dios y las bendiciones que te ha concedido, y deja que Él sea la fuente de tu alegría. Tracie Miles¹

Consejos para recuperar la alegría:

• Notar las pequeñeces. Presta atención incluso a los breves momentos que proporcionan alegría. Da gracias al Señor por las pequeñas maravillas que brindan inspiración. Una vez que eres consciente de las cosas que te producen gozo, piensa de qué modo puedes generar deliberadamente más momentos así en tu vida.
• Hacer cosas que te causan dicha. Detente un minuto a recordar lo que te encantaba hacer y busca algún modo de retomar esa actividad. En caso de que las cosas hayan cambiado y esa actividad no sea ya viable o ya no te genere tanta alegría, prueba otra cosa. ¡Haz el intento nomás!
• Hacer inventario de lo que desgasta tu alegría. Puede haber cosas en nuestra vida que nos privan del gozo: matadichas. Es importante que no des cabida a emociones, pensamientos o estados de humor negativos. Los matadichas pueden crecer con el tiempo hasta convertirse en hábitos o reacciones automáticas. Si has permitido que algunos de estos matadichas arraiguen en tu vida, es esencial que dediques tiempo a buscar al Señor, estudiar la Palabra y pedir que Su Espíritu te devuelva el gozo de tu salvación². Dios puede lavar tu mente y espíritu y llenarte de Su gozo.
• Recordar que tu fuente de gozo es Jesús. La felicidad se suele asociar con circunstancias, y te bombardean continuamente con anuncios que te dicen que las circunstancias —apariencia, riquezas, relaciones, posesiones y demás— dominan tu sentido de gozo. Sin embargo, tu gozo proviene de Jesús. Cuando buscas al Señor y permites que el Espíritu Santo reine en tu vida, puedes redescubrir tu gozo.

La felicidad puede ser circunstancial y huidiza, pero el gozo es un don de Dios, y puedes tener gozo incluso en circunstancias difíciles. Sean cuales sean las penalidades, dificultades o desilusiones que afrontes, independientemente de cuáles sean tus circunstancias en la actualidad, puedes afirmarte en la roca maciza de Jesús, quien es el fundamento del gozo.

«Allí iré al altar de Dios, a Dios mismo, la fuente de toda mi alegría. Te alabaré con mi arpa, ¡oh Dios, mi Dios!»³

Notas a pie de página:

¹ I Feel Forgotten, Proverbs 31 Ministries, 23 de noviembre de 2018.

² V. Salmo 51:12.

³ Salmo 43:4 (NTV).