Había un joven llamado Tino
que volaba sin acierto ni camino.
Hasta que un día descubrió
una gran y profunda solución:
No dejar todo en manos del destino.
Decidió planear por adelantado,
no solo en un sueño imaginado,
y para su gran sorpresa,
abrió los ojos y dijo entusiasmado:
«¡Hacia mis metas vuelo, encantado!»
Las metas de Tino van aumentando;
ahora es todo un experto planeando,
pues una gran lección fue ganando:
siempre adelante, seguir progresando.
¡La planeación proactiva está funcionando!
P.D.: También descubrió que sus pantalones no se gastaban tanto como los anteriores.
«Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza» (Proverbios 21:5; NTV).
Texto: Steven Woodsman. Ilustración: Krome. Diseño: Roy Evans.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2022.